Por la undécima, de 36 fechas de la Primera Nocional Alvarado venció al “chiquito” Ramón Santamarina por 3 a 0 en el estadio José María Minella, que resultó el debut como local, del DT Juan Manuel Fernández, y el absoluto con esta camiseta, de Francisco Mattia, en el reestreno, para la categoría, de las 94 ( el total) lámparas/reflectores de las torres Sur y Norte del máximo escenario de la ciudad de Mar del Plata.

De cabeza, los dos primeros. Bien de la cabeza porque no quedaron rastros anímicos de recibir 9 goles en dos partidos fuera de casa, y de haber convertido solo 1, en 3 presentaciones con 3 entrenadores diferentes.  El “psicólogo” sin dudas que fue le mismo que una semana atrás, no había tenido tiempo de trabajo, pero arriesgó – innecesariamente – como si hubiese dispuesto del mismo, confiando en que su antecesor y él, juegan a lo “mismo”.

En la semana de prácticas tomó decisiones drásticas. Puso su sello en nombres, y en las formas. El gran “ruido” lo provocó con el arquero. De Capitán e ídolo para sus hinchas, a esperar en el banco de relevos. Lejos de ser un castigo, Manuel Fernández eligió cuidarlo al “1”. Su homónimo, Pedro, se había contagiado de una angustia deportiva que lo llevó a cometer errores que antes no tenía esas dudas, abren, cuando del arco se trata, la imperiosa acción de permitirle al que siempre espera, que su turno llegue. y así el buzo para Esteban Ruíz Díaz.  Que cómo atajó ? No sabemos. Santamarina no pateó una sola vez al arco.

Si bien el DT, mantuvo a su “amada” y pareciera que “intocable” línea con 5 defensores, cambiaron los actores en ese esquema defensivo: Mattia por un lado, y al “cueva”, Julián Vítale, que hasta aquí había jugado del “5” que se hunde entre los zagueros.  Ledesma se mantuvo como titular, pero como buen zurdo, fue más a esa banda, mientras que del otro, Nahuel Menéndez, cambió insultos por unos pocos aplausos, gracias a la posición que le otorgó movilidad absoluta.

Alvarado logró mixturar en la defensa orden con eficiencia: Manuel Fernández les inculcó el “No cometan infracciones” cerca del área, y por ello, casi no sufrió en el juego aéreo, aunque – ya con el resultado a favor- padeció algunos centros rasos y otros a media altura.

Ariel Cháves le dió fútbol y frescura desde el medio, Facundo Pons se quitó la obsesión por el gol y solo por el gol, y fue fecundo para el equipo, asistiendo a compañeros mejor ubicados para esa tarea, y está claro que su condición es la de potencia, lejos del habilidoso con gran dominio y controles de la pelota, por lo cual el DT tendrá que pensarlo para el área plena o a que espere en el banco, cuando las urgencias de un partido pidan “tiremos centros y centros”.

En los dos primeros goles hubo “laboratorio” o solo determinación del los cabeceadores ? En el segundo tanto, Vitale corriendo al primer palo, con los grandotes Mattia y Ledesma más cerca del corazón del área, es entrenamiento puro, pues tiene el condimento de la sorpresa de un nuevo cabeceador. En el primer gol, es el quedarse un rato más en el área, luego de un despeje de la defensa y en la segunda pelota, con ofició, Mattia no podía meter mejor debut, que defender bien, y ser el que abría el camino de la “resurrección” en Pascuas de este equipo que estaba realmente mal de la cabeza.

En el “Debe” está en la creación y ejecución. Si bien es cierto que el tercer gol fue de jugada y está en el marco delo 90 y tantos minutos de juego, llegó con un Santamarina que había comenzado a bajar los brazos, pero Iván Molinas, y Leandro Vella, en cancha, junto con Marcos Astina tuvieron la pretensión de ponerle algo de “fantasía” por parte de ellos y del mismo coach, para que la gente pudiese retirarse con “algo” de diversión ya con los 3 puntos en la bolsa. Por momentos tomaban malas decisiones; en otros muy individualistas, buscando mostrarles al nuevo Jefe de equipo, que ellos están para titulares, pero en una le salió bien, e Iván decretó el 3- 0 que viniendo de un 0 -4 pareció como los tenistas que uno se pregunta: cómo puede ser que perdiera 6-0 el primer set, y ahora gane 6-1 el segundo ? y Ocurrió porque el DT metió mano y el grupo se comprometió a comprender una idea que ya conocen, pero ahora aceitado con retoques que marcan “otro” torneo para Alvarado: la Era Fernández.

Enfrente, un muy pequeño, futbolísticamente hablando, Ramón Santamarina. Tanto, que no permitió saber cómo ataja Ruiz Díaz. Sin ironía alguna. Sin exageraciones. Sucede que por desmérito propio,  y bastante por mérito del rival, no lograron remates francos al arco. Sin dudas que la contención de Alvarado fue clave, y es elogiable. Pero no hubo rebelión tandilense. No supieron cómo y Alvarado logró que pareciera que no tenían con qué. El que más intentó fue su número 11 Maidana, pero el equipo visitante nunca encontró los caminos.

Alvarado : Esteban Ruiz Díaz ; Francisco Mattia, Julián Vitale y Franco Ledesma; Nahuel Menéndez, Matías Rodríguez, Ariel Chaves, Gonzalo Lamardo y Nazareno Solís; Facundo Pons y Mauro Valiente. DT: Manuel Fernández.

Cambios: ST 14′ Leandro Vella por Rodríguez, 30′ Marcos Astina y Franco Malagueño por Lamardo y Valiente, y 40′ Iván Molinas por Pons.

Santamarina (Tandil) : Nicolás Temperini; Lucas Vallejo, Mateo Palmieri, Agustín Osinaga y Agustín Jara; Enzo Gelabert, Tobías Coppo y Guillermo Vernetti; Agustín Rojas, Guillermo Villalba y Braian Maidana. DT: Mariano González/Osvaldo Barsottini.

Cambios: ST 10′ Emiliano Ghan y Ezequiel Saporitti por Rojas y Vernetti, 19′ Thiago Beltrán por Maidana, y 30′ Santiago Sayago y Nicolás Valerio por Vallejo Coppo.

Goles: PT 25′ Mattia (A); ST 3′ Vitale (A) y 47′ Molinas (A).

Árbitro: Nahuel Viñas.