Fuente ; diario Los Andes:

El duelo ante Sao Paulo por la quinta fecha del Grupo 2 era fundamental para el futuro del campeón vigente en la Copa Libertadores. Y el que lo salvó fue Cauteruccio. El delantero le dio el triunfo al equipo de Bauza con un golazo que incluyó sombrero al defensor y remate arriba para vencer a Rogerio Ceni. Ahora el Ciclón comparte con los brasileños el segundo puesto con 6 puntos.

Era una final y se jugó como tal: con tensión, imprecisiones y duras entradas en la mitad de la cancha. Bauza apostó por el 4-2-3-1 y juntó a Romagnoli con Blanco. Sin embargo, le costó al local quebrar el 4-4-2 de Muricy Ramalho, el entrenador de la visita. Le cuesta a San Lorenzo romper la defensa de un rival que intenta replegarse y contragolpear. Sufrió con dos escaladas de Bastos que Pato no pudo definir por el medio.

El partido estaba muy trabado y llegaron las lesiones. Primero la de Enzo Kalinski, que recibió un pisotón en el tobillo derecho de Denilson y tuvo que dejar la cancha para el ingreso de Facundo Quignón. Y después pisó mal Alan Kardec, contra el lateral, salió en camilla y en su lugar entró Ricardo Centurión.

En el inicio del complemento, el local salió dormido. Y Sao Paulo se plantó en campo rival, pero le faltaron ideas y profundidad para por incómodo a San Lorenzo.

El quiebre del partido se produjo a los 18’, cuando Bauza lo vio cansado a Romagnoli y mandó a la cancha a Cauteruccio para sumarle otro punta al solitario Mauro Matos. Y ocho minutos más tarde, el uruguayo marcó un golazo de otro partido. Recibió un pelotazo con el pecho de espaldas al arco, le tiró un sombrero a su marcador y se metió en el área para enfrentar a Rogerio Ceni. Derechazo arriba, furioso y 1-0 para que estalle el Nuevo Gasómetro.

En los 20 minutos finales, San Pablo fue por el empate (Ewandro reemplazó a Souza), pero apenas inquietó con centros. San Lorenzo se aferró a su ventaja -mínima- e intentó liquidar el partido de contra, aunque sin decisión. No sufrió el Ciclón, consumió los minutos hasta que pudo desatar un festejo sanador, para mantener viva la esperanza de defender el título. San Lorenzo visita a Corinthians, que anoche buscaba sellar su clasificación en casa ante Danubio.