En la Argentina, el mal llamado periodismo “deportivo” ( a menos que hablemos de colegas que juegan al tenis, al fútbol, al Básquetbol, o que practiquen aerobics, por ejemplo) entendió durante el Mundial de fútbol Brasil 2014 que “interpretar” al simpatizante argentino o “hablar su mismo idioma” es relatar como un hincha.
Imaginamos a un cronista en momentos en que la Policía detiene a un asesino, se suma a la familia de
la víctima, en nombre de un “sentimiento de justicia” y la entre a los insultos y le arroje proyectiles al temerario asesino. Lo aplaudiríamos?
Por qué entonces es para aplaudir al relator de radio o TV que putea, en nombre del “descargo” de tensiones porque “soy argentino”.
Cuando la “patria periodìstica” aceptó al, también mal llamado, “periodismo partidario” y se los acredita como tales en cuánta cancha de los campeonatos de Primera y ascenso haya, para sus transmisiones de emisoras que, con tal de hacer “caja”, validan la incitación a la violencia, sin que incursionemos para criticarlos más aún, en la dicción, las buenas costumbres, y el oficio necesario para llevar adelante un digno espacio que pretende ser periodístico, ya perdimos y le abrimos la puerta a esta extraña exaltación de los “comunicadores emotivos” que se quedaron sin vocabulario, y apelan al exabrupto que ” sale de adentro” , como justificación o una manera de comprender primero, y aplaudir después , al “nuevo estilo”.

Creo y comprendo a aquellos que no pudieron contenerse y de manera espontànea, les “salió de adentro” , aunque no los justificó por no prepararse para relatar en un Mundial, pero para nada a los que, en “pose” y despojados de todo profesionalismo, y haciendo demagogia barata, comenzaron a insultar y provocar a los brasileños que tenían alrededor en el estadio, olvidándose de los cientos de miles que estarían escuchando sus transmisiones, por màs hostil que haya sido el entorno, así como lo es, de visitante en las cancha argentinas, cuando a cualquiera nos toca ir a transmitir, y te ubican en cabinas o pupitres, pegado a los mås exaltados hinchas del dueño de casa, “marcándote” de cerca.Los que se desesperaron buscando las mil maneras de trascender, aprovechando la ausencia – porque radio Continental no comprô los derechos del Mundial – de Victor Hugo Morales, que era el ûnico capaz de emocionar por radio, sin un solo epiteto, y enseñando un camino de expresión, que parece estar en extinciôn.
La “escuela” del periodista “hincha” con una linea bajada por el ûnico diario a color en la ARGENTINA, en el que PREDOMINA el amarillo, no les da verguenza y lo manifiestan hasta con orgullo en uno de sus spots PUBLICITARIOS : En Olè no somos periodistas argentinos, somo Argentinos periodistas “. Como si fuese un VALOR , se primero hincha, perdiendo todo tipo de análisis despojado de la PASIÒN,
Asi están opinando en diarios, radio y TV: COMO HINCHAS!!, Las críticas a un equipo que jugô 4 partidos y GANÔ 4 ; con España, Inglaterra, Italia, Uruguay, Portugal viendo los cuartos de final por TV; con rivales que se han refugiado casi con el arquero, 9 defendiendo y 1 punta !!
Se PIERDE el análisis riguroso, para permitirle a esos simpatizantes tener elementos entrenados por profesionales del periodismo especializado en deportes, y entender un poco más que es lo que sucede con el equipo de Sabella.
El “Vamos Carajo” del AVISO de la CERVEZA, en el ùltimo de los casos, le permitirà a algun desprevenido, a descubrir en el diccionario, el significado de una palabra, que no habla de “putas” ni de “conchas” no de provocaciones, y creo es es mandar “lejos” a los malos “espiritus” y un modo de “descarga” por situaciones tensas de un partido “Chivo” , y hasta de una TRANSMISION con problemas tècnicos en exteriores, que solo los periodistas comprendemos.
No me resigno a repasar aquel vocabulario de Don Fioravanti, la crítica mirada de Dante Panzeri, el nivel intellectual sin dejar de ser popular, de Victor Hugo, y ese mix de narrador de HISTORIAS de tierra adentro y futbol jugado en los potreros, del Turco Osvaldo Wehbe, por sobre los “modernitos” que muchos pretenden ponerles de ejemplo a las nuevas generaciones de comunicadores especializados en deportes.
jorge Jaskilioff